
En un escenario tan volátil, impredecible, caótico y ambiguo como el que representó la pandemia por COVID19 para muchas organizaciones en el país, existe una industria en particular que debe mantenerse inquebrantable ante cualquier situación de riesgo que se le presente. Estamos hablando de la industria de la salud, que así como otras de pleno siglo XXI, es soportada en gran medida por los avances, la innovación y su operación tecnológica… ¿Qué opciones quedaban cuando todo el mundo debía cumplir un confinamiento obligatorio, mientras los hospitales se preparaban para recibir miles de pacientes?
Sin duda alguna, el mundo enfrentó (y continúa enfrentando) una de las peores crisis sanitarias de la historia, que para bien o para mal, nos ha demostrado que los humanos somos perfectamente adaptables a diferentes situaciones y que las empresas lo suficientemente maduras y sostenibles, también lo son. En marzo del 2020, Ecuador acogió las recomendaciones dictaminadas por la OMS, obligando a todos los ciudadanos a mantenerse en confinamiento por determinados períodos de tiempo. El aislamiento obligó a la gran mayoría de profesionales activos a trabajar desde sus hogares. Sin embargo, hasta el día de hoy y en honor a su juramento hipocrático, los profesionales de la salud protagonizan la primera línea de batalla para salvaguardar la vida. Como todo buen protagonista, el personal de salud tiene un equipo en el backstage que lo ha venido respaldando durante estos casi 17 meses de incesante trabajo: las áreas de Tecnologías de la Información y Comunicación.
El Hospital Metropolitano decidió abrir sus puertas a pacientes COVID19, y fiel a sus principios, preparó y adaptó cada uno de los procesos, las instalaciones, el personal administrativo, el personal médico, el personal de operaciones y los proveedores, para continuar brindando sus servicios con los más altos estándares de calidad. Es así que, con el apoyo del equipo de TI y su Mesa de Servicios CONCAS, se garantizó el correcto funcionamiento de los equipos, las herramientas y los sistemas para que la operación continuara incluso en una modalidad mixta: teletrabajo y presencial. Uno de los principales retos para CONCAS fue optimizar el tiempo mientras se cumplían las normas de bioseguridad, que entre cada soporte tomaban alrededor de 15 minutos; cada técnico debía “disfrazarse de astronauta” cuando entraba a una de las áreas del hospital, además de manipular equipos con varias capas de protección y desechar los trajes al finalizar. No obstante, el objetivo de CONCAS siempre fue claro: ningún usuario del hospital se quedaría solo, el soporte de la Mesa y los servicios de tecnología se mantuvieron operativos desde el día uno de la pandemia hasta la fecha.
Contar con una Mesa de Servicios como CONCAS fue una pieza clave para el proceso de adaptación al cambio del Hospital Metropolitano durante esta pandemia. Después de días buenos y días malos, cada colaborador del hospital sabe que cuenta con un equipo de tecnología que lo respalda ante cualquier circunstancia y que más allá de contar con herramientas y tecnología de punta, lo que verdaderamente prima en los momentos más duros es el apoyo, la humanidad y las ganas de salir adelante de cada persona que conforma esta prestigiosa organización.
Autor: Wendy Jaramillo – Service Inventor HAWA EXPERTS