La crisis provocada por el COVID-19 se ha convertido en un riesgo significativo para el éxito operativo de las organizaciones, por tanto, es necesario prepararse para actuar ahora y asegurarse de llevar dicha preparación a un nivel superior y nuevo que nos permita pensar más y adelantarnos, no a semanas ni meses, sino a años, ante posibles brotes más amplios o amenazas más grandes.
